El mexicano desde su primera aparición en la televisión animada fue visto como un personaje de bigote y sombrero, vestido de charro y cantando serenata a su amada; o uno de bigote y sombrero envuelto en un sarape, mientras duerme una siesta recargado en una pared. Contrario a estereotipar, psicólogos y sociólogos coinciden en asignarle un valor neutro al mecanismo mental mediante el cual creamos categorías y reconocemos rasgos que nos permiten identificar un todo, o al otro, a partir de unas cuantas y extremadamente limitadas características.
Estereotipar es un término útil, eficiente y necesario que nos permite concluir que, a pesar de sus diferencias, Snoopy, Scooby Doo y Odie son perros. En pocas palabras, gracias a los estereotipos podemos distinguir mexicanos, estadounidenses, argentinos, japoneses, etc.
No solo la gente ignorante, racista o prejuiciosa estereotipa. Todos lo hacemos.
Siempre habrá estereotipos, algunos de los personajes más famosos que estereotipan a los mexicanos son los siguientes:
1. El hombre abejorro, Los Simpson.
2. Speedy Gonzales, Looney Tones. Posiblemente, el personaje que estereotipa a los mexicanos más amado por nosotros.
Y ya que mencione a un persona de Matt Groening, según este genio dibujante los estereotipos hacia los mexicanos desaparecerán en el año 2999. Como vemos de ejemplo a su personaje, Bender B, Rodríguez, de la serie Futurama, quien porta orgullosamente el sello de Hecho en México. ¡Por fin un personaje mexicano sin bigote ni sombrero! (Aunque se trate de un robot). Pero aun así nuestro amigo robótico es perezoso y cleptómano, aunque al menos este no es un estereotipo mexicano.
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